Gelatina
La gelatina, que se incluye en muchos postres, así como en la famosa tarta fría, es en realidad colágeno en su forma más pura. Esta proteína estimula la rápida reparación de los tejidos, mejora la movilidad de las articulaciones, mantiene la elasticidad de la piel y los cartílagos, frenando su desgaste.

Pescados grasos
La principal fuente natural de ácidos grasos poliinsaturados omega-3. El aceite de pescado ayuda a mantener el cartílago y los tejidos flexibles y sanos, además de mejorar la calidad de la lubricación intraarticular y, en algunos casos, incluso ayudar a reducir el dolor de la artritis. El omega-3 se encuentra sobre todo en la trucha, la caballa, el arenque, el salmón, las sardinas, el atún y el caviar negro y rojo.

Aceites vegetales
Si hablamos de productos de origen no animal, el campeón en el contenido de ácidos grasos poliinsaturados omega-3 puede llamarse aceite de linaza. El aceite de oliva también será útil, ya que su contenido en oleocantal ayuda a reducir la inflamación en las enfermedades articulares.

Productos lácteos
La mejor fuente de calcio, material de construcción de huesos, cartílagos y músculos. Dé preferencia a los productos lácteos fermentados: se digieren mejor que la leche sola. Y olvídate de los productos descremados: ¡al menos un poco de grasa es necesaria para la absorción del calcio!

Yema de huevo y mantequilla
Contienen vitamina D, poco frecuente en los alimentos. Evita la lixiviación del calcio y ayuda a fortalecer los tejidos.